En el hospital centinela de COVID-19 IESS Quito Sur los teléfonos no dejan de sonar ni un solo segundo.
“Si presenta fiebre, dificultad respiratoria, si presenta mareo, naúsea, deshidratación por diarrea. A ellos se les educa cuales son signos de alarma para venir a una instancia hospitalaria”, explica Marco Bonifaz, subdirector de auditoría médica de esa casa de salud.
Son 15 personas entre médicos y enfermeras que atienden las llamadas, esto sin contar que también se comunican los familiares de los 586 pacientes que se encuentran actualmete en hospitalización.
“En esas llamadas se les comunica cuál es el estado de salud del paciente, cómo se encuentra y cómo ha evolucionado”, agrega Bonifaz.
En diciembre del 2020 solo el hospital IESS Quito Sur recibió 8700 llamadas por síntomas relacionados con coronavirus, mientras que en enero recibieron 12.350 llamadas.
Los médicos privados también han tenido un incremento de pacientes con COVID-19 que son atendidos telefónicamente. Pero ¿cómo se les hace un seguimiento?.
“A todo paciente se le pide que compre termómetro, compre un pulsosímetro y que por lo menos 3 o 4 veces al día nos avise cómo está su temperatura, su saturación de oxígenos y en general como se siente”, indica Rafael Caputi, infectólogo.
En los hospitales públicos así como existe saturación de camas también existe saturación de llamadas a través del call center. Uno de los teléfonos habilitados es: 0984025992.
Los profesionales temen que después de las elecciones y feriado de carnaval las llamadas se multipliquen.
