Se venden en farmacias, en supermercados, en tiendas de barrio, en bazares e incluso en almacenes de electrodomésticos, de computación y de artículos varios. Hay orales, rectales, digitales, infrarrojos. Y sus precios oscilan entre $ 0,80 y $ 90. Son los termómetros, instrumentos que miden la temperatura del cuerpo y que han tenido alta demanda en tiempo del COVID-19.
Igual ocurre con los oxímetro de pulso, también llamados pulsioxímetros, pulsioxímetros o saturador de oxígeno, que miden el nivel de oxígeno en la sangre y que se han vuelto necesarios en esta época, pues ha permitido que pacientes con COVID-19 sean asistidos a tiempo, antes de que sus cuadros empeoren y tengan que ser hospitalizados. Estos equipos portátiles valen entre $ 15 y $ 100 y estuvieron escasos y hasta agotados en el pico de la pandemia en Guayaquil.
A ambos se los considera aliados y alertadores de signos o niveles claves que revelan datos sobre nuestra salud.
“La fiebre es uno de los primeros síntomas que se da cuando hay un proceso infeccioso de cualquier tipo: viral, bacteriano, por hongos… Siempre es importante tener un termómetro en casa porque la fiebre es uno de los primeros síntomas que se presenta cuando hay cualquier proceso infeccioso. Y se necesita graficar o cuantificar esa temperatura, no puedo decir solo con tocar con la mano: ‘te siento caliente, hay fiebre’”, expone la doctora Verónica Torres, especialista en Pediatría, quien ha atendido casos de COVID-19.
Ella dice que el termómetro incluso en el hogar debe ser personal en estos tiempos de pandemia para que no haya contaminación del aparato al momento de tocarlo o usarlo con otras personas que podrían tener el virus. Por eso, agrega, en comercios, malls, empresas, trabajos y otras zonas concurridas se opta por el infrarrojo que permite tomar la temperatura a una distancia de unos 10 o 15 cm sin contacto.
La temperatura normal del cuerpo es entre 37 y 37,5 grados (°C). Fiebre se considera cuando es de 38 °C en adelante. Y la febrícula se podría considerar entre 37,8 y 37,9 °C. Pero esto varía también dependiendo la parte del cuerpo en el que se la tome y de las condiciones en las que esté la persona. Así, si ha hecho actividad física o tiene demasiada ropa, sube.
Por eso lo mejor es tomar la temperatura cuando se está relajado y sin tanta indumentaria. “Todo depende de quién tome la temperatura, cómo la tome, en dónde la tome, en qué momento y condiciones se tome, igual va a tener un margen de error dependiendo de todas estas variables”, anota Torres.
La toma digital es la de más fácil lectura. La de mercurio ya se está dejando de lado porque a veces no se sabe utilizar correctamente y hay riesgo de intoxicación y daños en la salud por el mercurio en caso de que se rompa. El termómetro también debe ser empleado para lo que dice en el empaque, pues para eso está comprobado mediante estudios. Así, si dice para la frente (como el caso de los infrarrojos) y se toma en la muñeca va a dar otra medida, pues no es la misma.
Lo más habitual es el termómetro oral. Los digitales pueden tomarse en la axila y oral cuando es personal. En el caso de la medida axilar hay que agregarle 0,5 centígrados para saber la temperatura correcta en ese momento.
Los oxímetros portátiles para el hogar
Son necesarios en tiempo de COVID-19. Todo personal de salud, pacientes y familiares con enfermedades pulmonares, respiratorias, cardiacas y otras de riesgo, así como grupos vulnerables, deben tenerlos, sostienen médicos, pues mide la saturación de oxígeno en la sangre de un paciente y permite valorar las condiciones de salud para alertar y actuar a tiempo.
“Por encima del 95 % al 100 % se lo considera normal, pero menos de 95 % tiene un problema que necesita estar siendo observado…, se lo puede utilizar en niños y adultos y permitir estar observando el oxígeno en la sangre y la frecuencia cardiaca. Esto te va a ayudar a orientar cuando la persona ya no esté oxigenando adecuadamente, que debería estar entre 98 y 100, y ya comienza a bajar, bajar, y baje menos de 95, el paciente pueda ir rápidamente a tener la asistencia a nivel de un hospital o las recomendaciones que su médico de cabecera le realice”, cuenta el doctor y epidemiólogo Jhony Real Cotto.
En pacientes con COVID-19 leve, de manejo ambulatorio, también es idóneo que se midan en casa la saturación de oxígeno en sangre para detectar posibles complicaciones, incluso si no presentan fiebre.
“Uno de los criterios importantes en COVID-19 es la saturación…, si está en 93, 92, 91, hay que observarlo, ponerle oxígeno, verlo unas horas, si satura por encima del 95 % se puede ir de alta (y si no hay otras complicaciones)…; debajo de 90 %, ingreso inmediato, porque ese paciente se nos va a complicar (si no se actúa), peor si hay factores de riesgo como adulto mayor, hipertenso, diabetes, cáncer, problemas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, obesidad, tabaquismo…”, cuenta el doctor Clay Arizala Cañote, quien ha atendido casos con el virus.
Agrega que la saturación de oxígeno en la sangre es uno de los criterios que definen un ingreso inmediato a hospitalización e incluso a terapia intensiva cuando muestran estos signos de insuficiencia respiratoria o neumonía.
Por debajo de 90 % el paciente puede complicarse e incluso puede darse la hipoxia silenciosa (se ahoga, pero no manifiesta síntomas), donde el paciente aparentemente se ve o se siente sano, puede revisar su celular, conversar, pero al medirle la saturación de oxígeno en la sangre está en 80%, 70% y ya está haciendo daño, con riesgo de muerte.
Por el COVID-19, a nivel mundial se han dado varios casos de muertes repentinas y sin experimentar ninguna dificultad respiratoria, sobre todo en pacientes jóvenes. A esto se conoce como hipoxia silenciosa (muerte silenciosa).
Niveles idóneos en la salud
La toma de temperatura y de saturación del oxígeno deben hacerse en estado de reposo, pues al hacerlo después de una actividad física se altera y hay variación en la muestra. No hay que estar tan abrigados, pues aquello eleva la temperatura corporal.
– 95 % por debajo de este indicador hay problemas con la saturación del oxígeno en la sangre y el paciente debe estar en observación médica.
– 90 % hacia abajo de saturación de oxígeno en la sangre, llamar a los servicios de emergencia, porque requiere ingreso inmediato a hospital.
– 38 °C hacia arriba, fiebre. Y febrícula, entre 37,8 (primeras décimas) y 37,9 °C. En la axila y con termómetro digital debe aumentar 0,5.
– Consideraciones claves al medir la temperatura y el oxígeno en la sangre
– Debe estar relajado y sin tanta ropa. Temperatura varía si es tomada en frente, axila u oral.
– Saturador de oxígeno portátil
– También en reposo, sin esmaltes en uñas, mejor en el dedo índice, esperar 1 minuto para resultado.
